Esto es lo que debes tener en cuenta al elegir tu universidad

Antes de decidir a qué universidad ir, tienes que asegurarte de que tienen el programa que te interesa. Si te interesan las matemáticas, busca universidades que ofrezcan no sólo uno, sino varios programas de matemáticas y relacionados con las matemáticas. A partir de ahí, tienes que hacerte preguntas adicionales: ¿ofrecen estos programas experiencia laboral? ¿Se te pide que investigues durante tus estudios? ¿Cuáles son los requisitos de admisión? Antes de mirar nada más, decide si esta escuela se va a ajustar a tus necesidades profesionales y académicas.

Para muchas personas que solicitan ir a la universidad, ésta va a ser la primera vez que van a vivir lejos de su casa y de su familia. Aunque pueda dar miedo, también es el momento de construir tu vida en un lugar que se adapte mejor a ti. Así que, cuando elijas una universidad, ten en cuenta factores como el tamaño de la ciudad o pueblo en que se encuentra. Considera lo lejos que está de casa y, si está lejos, ¿hay un aeropuerto cerca para que puedas ir a visitar tu ciudad natal si lo necesitas? Si piensas echar raíces cerca de donde vas a ir a la universidad, también tendrás que tener en cuenta cosas como los precios del alquiler y de la vivienda, junto con las industrias que trabajan en esa zona.

Si eres un ratón de biblioteca que prefiere pasar los fines de semana estudiando en la biblioteca, entonces ir a una universidad donde los deportes desempeñan un papel importante en la vida del campus probablemente no sea para ti. No tengas miedo de elegir un campus que se ajuste a tu personalidad. Si eres extrovertido, ir a una universidad grande donde todo el mundo vive en residencias o en viviendas dentro del campus te dará muchas oportunidades de conocer gente nueva. Incluso pensar en la arquitectura es importante: ¿te imaginas yendo a una universidad que ha sido renovada? ¿O prefieres algo con un aire más colonial? Si eres soltero, también merece la pena pensar en la proporción de chicos y chicas.

Aunque la mayoría de los estudiantes eligen vivir en el campus durante su primer año, muchos suelen mudarse a un apartamento durante la mayor parte de su estancia en la universidad. Teniendo esto en cuenta, es importante considerar el coste de la vida allí donde estés pensando estudiar. Por ejemplo, las cosas de la costa suelen ser un poco más caras que las de otras partes del país: ¿te lo puedes permitir? Si quieres vivir en el campus, tendrás que considerar qué tipo de servicios ofrece la universidad a sus estudiantes.

Es difícil estudiar con el estómago vacío, ¡lo que significa que la comida va a desempeñar un papel muy importante durante los próximos años! Piensa dónde vas a comer mientras estés fuera por la universidad. ¿Tiene la escuela lugares donde puedas comprar comida asequible? ¿Es saludable? Considera cosas como lugares donde comprar café, adaptaciones dietéticas y si la universidad es consciente de cosas como el desperdicio de alimentos.

La universidad no es barata ni siquiera en las mejores circunstancias, y salir de ella cargado con toneladas de deudas no es divertido, aunque en algunos casos merezca la pena a largo plazo. Dicho esto, es importante tener en cuenta cuánto cuesta sólo un semestre de aprendizaje en la universidad que estás considerando. Después, tienes que hacer balance de tus finanzas personales: ¿te ayudarán tus padres? ¿Qué tipo de préstamos necesitas pedir, y recuperarás ese dinero consiguiendo un trabajo con la titulación que estás estudiando? Las becas también entran en juego: una universidad que te ofrezca una beca completa debería estar más arriba en tu lista que las que no.

La universidad no es sólo una época de estudios y trabajo, también es una época para explorar y aprender quién eres como persona. Con esto en mente, comprueba qué tipos de clubes y grupos organiza la universidad en el campus. Otros factores a tener en cuenta son cosas como presentarse a las elecciones del gobierno estudiantil, oportunidades de voluntariado, clases de gimnasia o servicios religiosos.

Para el estudiante universitario medio, tener un coche para desplazarse está generalmente fuera de lugar. Así que, teniendo eso en cuenta, tienes que hacerte una pregunta muy sencilla: ¿cómo vas a desplazarte? Algunas ciudades tienen un transporte público fantástico que anula totalmente cualquier razón para tener un vehículo privado. Otros lugares (mirándote a ti, Los Ángeles) tienen un transporte público terrible, lo que hace que ir del punto A al punto B sea muy complicado. Comprueba si tu escuela ofrece algún tipo de ayuda en ese sentido antes de tomar una decisión definitiva.

Aunque pensar a qué universidad quieres ir parece una tarea que lo consume todo, no olvides que hay vida después. Así que, en lugar de centrarte sólo en qué tipo de clases ofrece la universidad, también tienes que pensar en cómo van a ayudarte a tener éxito de otras maneras. Muchas universidades, aunque no todas, ofrecen ayuda para hacer currículum y entrevistas: comprueba si la universidad a la que quieres ir ofrece cosas así. A menudo, marcan la diferencia.